Oh Dios, que por la Concepción Inmaculada
de la Virgen María
preparaste a tu Hijo una digna morada,
y en previsión de la muerte de tu Hijo
la preservaste de todo pecado,
concédenos por su intercesión
llegar a ti limpios de todas nuestras culpas.
Por nuestro Señor Jesucristo.
La mejor explicación de lo que significa la fiesta de la Inmaculada Concepción y la relevancia que tiene para nuestra fe la encontramos en el Prefacio de la Eucaristía de hoy. La Iglesia, en su infinita sabiduría, nos explica en la liturgia el porqué de nuestras fiestas y de nuestra fe. Os dejamos a continuación el texto para que podamos meditarlo. Feliz día de la Inmaculada.
Porque preservaste a la Virgen María
de toda mancha de pecado original,
para que en la plenitud de la gracia
fuese digna madre de tu Hijo
y comienzo e imagen de la Iglesia,
esposa de Cristo,
llena de juventud y de limpia hermosura.
Purísima había de ser, Señor,
la Virgen que nos diera el Cordero inocente
que quita el pecado del mundo.
Purísima la que, entre todos los hombres,
es abogada de gracia,
y ejemplo de santidad.
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